Fabiana inició sus terapias, casi inmediatamente, luego de nacer. Antes de cumplir las dos semanas de vida, ya estabamos en el Instituto Nacional de Rehabilitación pidiendo su primera cita de evaluación, lo cual fue acertado, ya que la cita y evaluación fue realizada casi un mes despues, que es lo que suele se demorar en programar una cita.
Algo que nos dejaron muy claro, y queremos compartir, es que a pesar del nombre de la institución a la que va, las terapias que lleva Fabiana no son de rehabilitación, pues en su caso, no hay nada que rehabilitar. Todas su sesiones son un proceso de intervención temparana, en donde le ayudan a lograr metas y estimulan su potencial para desarrollarse dentro de tiempos razonables. Por ejemplo, un niño sin sindrome de down suele caminar al cumplir un año aproximadamente, en cambio el sindrome de down, entre otras caracteristicas, suele estar acompañado de hipotonía, lo que hace que le resulte más dificil a un niño con SD, caminar o incorporarse. Si no estimulamos a que lo haga por su cuenta, probablemente demore mucho más en lograr esa meta.
Otros aspectos que deben estimularse son la motricidad gruesa y fina, el lenguaje y las comunicaciones, todo esto siempre acompañado de un especialista. No deje de buscar ayuda de los profesionales y comparta todos los momentos de la terapia en pareja. Para cualquier niño, con o sin síndrome, la presencia de ambos padres en aquellas cosas que son parte de su vida, hará que el camino sea más llevadero, e incluso, se puede convertir en una rutina cómoda, feliz, e incluso, ansiada por el niño.
Fabiana, va feliz a sus terapias, las desarrolla con gusto, y espera, cada semana, volver con ansias para poder a ver nuevamente a sus "misses", aunque la hagan sudar como a una marranita. En fin, es una niña perseverante.
Aqui está fabiana en una de sus primeras sesiones en el INR en el Callao. La está ejercitando Luz, su terapista, quien la conoce desde que tenía dos semanas de vida.
Algo que nos dejaron muy claro, y queremos compartir, es que a pesar del nombre de la institución a la que va, las terapias que lleva Fabiana no son de rehabilitación, pues en su caso, no hay nada que rehabilitar. Todas su sesiones son un proceso de intervención temparana, en donde le ayudan a lograr metas y estimulan su potencial para desarrollarse dentro de tiempos razonables. Por ejemplo, un niño sin sindrome de down suele caminar al cumplir un año aproximadamente, en cambio el sindrome de down, entre otras caracteristicas, suele estar acompañado de hipotonía, lo que hace que le resulte más dificil a un niño con SD, caminar o incorporarse. Si no estimulamos a que lo haga por su cuenta, probablemente demore mucho más en lograr esa meta.
Otros aspectos que deben estimularse son la motricidad gruesa y fina, el lenguaje y las comunicaciones, todo esto siempre acompañado de un especialista. No deje de buscar ayuda de los profesionales y comparta todos los momentos de la terapia en pareja. Para cualquier niño, con o sin síndrome, la presencia de ambos padres en aquellas cosas que son parte de su vida, hará que el camino sea más llevadero, e incluso, se puede convertir en una rutina cómoda, feliz, e incluso, ansiada por el niño.
Fabiana, va feliz a sus terapias, las desarrolla con gusto, y espera, cada semana, volver con ansias para poder a ver nuevamente a sus "misses", aunque la hagan sudar como a una marranita. En fin, es una niña perseverante.
Aqui está fabiana en una de sus primeras sesiones en el INR en el Callao. La está ejercitando Luz, su terapista, quien la conoce desde que tenía dos semanas de vida.
